El lunes despertamos con la noticia de que otro guardia de seguridad murió a manos de dos jóvenes, cuyo objetivo era robarle su arma. Sin terminar aún de digerir semejante suceso, nos aturden titulares como: “Asesina de 26 machetazos a su mujer”, “Ajusticiado en su propio carro”, “Bus en regata deja un muerto y varios heridos” y “Mujer violada en Panamá oeste”.
Fueron muchos los hogares que empezaron la semana con luto y dolor, tratando de entender por qué les toca vivir la tragedia. Tragedia que se acerca cada vez más a los hogares de cada uno de nosotros y que en la mayoría de los casos, lastimosamente, no vemos venir hasta que ya es muy tarde. Mientras tanto, somos testigos de las grandes inversiones que realizan los gobiernos de turno en diferentes proyectos como las compras multimillonarias de corredores y la construcción de millonarias torres financieras y de aeropuertos internacionales. Aun cuando reconocemos que estos son proyectos positivos para el país, no los valoramos como prioritarios y mucho menos como urgentes.
Urgente debería ser ponerle un alto a la inseguridad y a la violencia. Debería serlo por el futuro de nuestros niños, quienes no entienden por qué sus padres ya no quieren que jueguen en la calle, que para dirigirse al colegio sufren el vía crucis de nuestro deteriorado y peligroso transporte público sin saber si hoy es el día en que se verán involucrados en alguna regata, incendio o asalto. Por los niños que diariamente se despiden angustiados de su padre, quien arriesga su vida honradamente como guardia de seguridad. O por aquellos que atestiguan la pesadilla de sus propias madres maltratadas y violadas día a día. Y por tantos casos más…
¿Cuáles son nuestras prioridades, agrandar el aeropuerto o evitar los asaltos a turistas en los corredores? ¿Extender la cinta costera hasta Amador o brindar oportunidades reales de educación, deporte, capacitación y trabajo a la juventud de San Felipe, Barraza y El Chorrillo? ¿Construir otro puente sobre el Canal o solucionar la crisis de nuestros centros penitenciarios, que no garantizan ni la seguridad ni la resocialización de sus internos? ¿Construir una gran torre financiera o asegurarle seguridad a los empresarios honestos y a sus colaboradores, que han sostenido por años nuestra economía?
Poco a poco y gracias al esfuerzo de diferentes organizaciones y movimientos no gubernamentales, entre los cuales humildemente nos sumamos, se ha logrado a través de campañas mediáticas, artículos de opinión en medios de comunicación, trabajo activo con jóvenes en áreas de riesgo, programas de resocialización, promoción de iniciativas legislativas y eventos masivos de concienciación como el de mañana domingo, se han logrado significativos aportes en esta lucha.
Prueba de eso fue el restablecimiento de la herramienta del récord policivo, la recuperación social de jóvenes pandilleros, el inicio de la construcción de un centro de cumplimiento de menores en Pacora, la aprobación de la Ley Daniel (ley de menores), la entrada a primer debate del proyecto de regulación de agencias de seguridad y la próxima discusión del proyecto de control de armas y municiones, proyectos que servirán de gran ayuda para disminuir la incidencia criminal en el país.
Los invitamos mañana, domingo 17 de abril, al gran concierto por la paz frente al edificio de la Administración del Canal, en donde jóvenes, artistas, deportistas, figuras de la TV, DJ de la radio, representantes de las Iglesias y de la sociedad civil uniremos nuestras voces y haremos un llamado alto y claro por recuperar la paz y la seguridad de nuestro bello Panamá.
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