lunes, 31 de octubre de 2011

Durmiendo con el Enemigo - 26 de Septiembre de 2007

Lastimosamente en Panamá, no le damos importancia a muchas cosas hasta que nos afectan directamente. A pesar de ser empresario y de contar con más de veinte empleados trabajando para mis empresas, nunca le había dado mucha importancia a la ley que prohíbe la solicitud del record policivo a nuestros empleados. Mucho menos me había detenido a pensar en quien es la persona que me espera todas las noches fuera de mi apartamento o del de mi futura esposa.



No es hasta que me toca a mi, a mi futura esposa y a amistades muy cercanas experimentar la tragedia de ver como un guardia de seguridad secuestra, asalta y básicamente tortura hasta la muerte a una querida amiga, dentro de las paredes de su propio apartamento; que realizo que este es un problema que nos afecta a todos y que hay que hacer todo lo que este en nuestras manos, para que este dolor no lo vuelvan a pasar en ningún otro hogar panameño.



La gente se pregunta…”de quien es la culpa?” ; “Como se pudo evitar esto?” La verdad, la respuesta a este tipo de situaciones nunca es fácil. Siempre habrán personas q se basarán en los (mal utilizados) derechos humanos y en el derecho que tienen los que hayan cometido una falta, de reinsertarse en la comunidad.



Me pregunto yo, “que pasa con el derecho que tenemos todos de saber quien esta entrando a estas empresas de “seguridad”? A quienes están ellos supuestamente entrenando, evaluando y contratando? Quien es la persona a la cual se le esta entregando un arma de fuego, una llave de acceso a nuestros edificios, al área de juegos donde se divierten nuestros hijos o a los sótanos de los estacionamientos donde llegan nuestras esposas? Quien es la persona que maneja nuestros itinerarios de entradas y salidas, la cantidad de gente que vive en nuestras casas y el numero de carros de nuestros estacionamientos?



Por el otro lado, quien esta supervisando a estos señores? Quien se dio cuenta de que este señor estuvo consumiendo drogas, junto a sus cómplices , durante toda la tarde en el mismo edificio que estaba “vigilando”. Por que nadie de la agencia de seguridad se presentó la noche en que se encontró a una persona fallecida en el edificio que cuidaban? A quien le llamo la atención que el señor no se presentara a trabajar los dos días siguientes al hallazgo y que renunciara al tercer día?



Definitivamente alguien no esta haciendo las cosas bien. Primero, existe la ley aprobada por la Asamblea Nacional, que prohíbe el conocer el historial policivo de estas personas. Será necesario que ocurran mas casos horrendos como este, para que nuestros diputados recapaciten? Al mismo tiempo están muchas de estas agencias de seguridad, que sin brindar el entrenamiento apropiado, ni mucho menos, hacer ningún tipo de evaluación psicológica, entregan un uniforme y un arma a estas personas para luego darles el acceso de entrada a los hogares panameños.



Nada de lo que haga o diga le va a devolver la vida a nuestra querida amiga, pero si este llamado de atención nos abre los ojos para salvársela a muchas otras, esta en nuestras manos el no permitir que esta muerte haya sido en vano y el exigirle a los responsables que no permitan que sigamos “durmiendo con el enemigo”

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