Han pasado 25 días desde los trágicos sucesos que terminaron con la vida de una joven panameña. Procuradoras, ministros, representantes de los derechos humanos, la Iglesia, gremios empresariales, diputados y la ciudadanía en general... todos han debatido sobre el tema y han realizado valiosos aportes al mismo.
Pero ya está bueno de tanto debate y tanta discusión. Si la ley existente, el sistema de recopilación del historial policivo y los programas de resocialización son deficientes. Entonces que el responsable de cada uno de estos factores, haga algo al respecto de manera eficiente y responsable cuanto antes.
La ley que derogó la utilización del récord policivo definitivamente representa un grave error. Pero al mismo tiempo, las iniciativas que se han tomado en la Asamblea Nacional no llenan las expectativas de la ciudadanía con respecto al problema. Volver a incluir esta herramienta, como método de precaución en la selección de personal para labores "sensitivas", representa un conjunto de efectos secundarios que deben tomarse en cuenta al elaborar esta ley. Estamos seguros de que nadie está en contra de los programas de reinserción para quien ha cometido una falta. No son solo las entidades que defienden los derechos humanos, sino toda la ciudadanía en general la que debe abogar porque estos programas vayan siendo cada vez más efectivos en nuestro país. Pero lo que no podemos permitir es que se siga arriesgando la seguridad de los que no han cometido falta alguna, mientras estos programas de resocialización son mejorados.
Señores diputados, la ciudadanía les exige que se le dé prioridad a un debate serio y responsable, en el cual se tome en cuenta la seguridad de todos y cada uno de los panameños, así como las repercusiones sociales y los demás efectos secundarios que se puedan presentar. ¿Será mucho pedir que dejemos el tema de las partidas circuitales para otra ocasión?
Algunos también indican que el sistema de recopilación del historial policivo tiene sus fallas y que muchas veces no representaría la solución al problema. En primer lugar, si este historial policivo salva una sola vida… ya cumplió con su función; sin mencionar su función como herramienta de prevención, evitando que muchas vidas lleguen siquiera a correr peligro. En segundo lugar, si el sistema de recopilación tiene fallas, ¿por que no mejoramos el mismo, en vez de solo criticarlo? Existe en estos días toda la tecnología y toda la facilidad para optimizar este sistema y disminuir sus fallas en gran cantidad. Es preciso aumentar la cobertura del mismo, clasificar y detallar los tipos de fallas, así como actualizar y depurar los historiales policivos, según el comportamiento de los afectados.
Respetada Procuradora, sabemos que es un proyecto complejo, pero contamos con que dentro de su administración, se tomará la iniciativa para impulsar la modernización y optimización de este sistema. La ciudadanía en general se lo agradecerá.
Por último, vuelvo a tocar un tema que al parecer nadie quiere o se atreve a tocar. ¿Qué está pasando con las agencias de seguridad? Hasta dónde llega su responsabilidad civil y moral en esta problemática? ¿Se le hizo la debida entrevista de trabajo a este agente? ¿Se percataron de que el agente tenía dos tatuajes representativos de pandillas de alta peligrosidad del país? ¿Que el señor vive en concubinato escandaloso con una niña de 14 años con la cual tiene un hijo? ¿Se le realizaron las debidas pruebas antidoping a este adicto confeso? ¿Qué resultados salieron de la prueba psicológica de este reincidente en delitos a mano armada?
Aquí la idea no es jugar con el pan de nadie. Lo que queremos es impedir que jueguen con nuestras vidas y la de nuestras familias. Ya es hora de que las agencias serias de este país exijan que se regule eficazmente esta industria.
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