Estimado Señor Martinelli:
Reciba usted un cordial saludo y unas sinceras felicitaciones de nuestra parte. En el día de ayer pasaron cosas muy importantes para nuestro querido Panamá. El pueblo habló y puso en sus manos la batuta para dirigir a esta gran nación. Ojalá Dios lo ilumine a usted y a todo su equipo de trabajo para cumplir con todas esas expectativas y esperanzas que se han creado dentro de la población panameña.
Pero en el día de ayer, no solo nos enteramos de la escogencia de un nuevo presidente. Lamentablemente, en el día de ayer, otra familia panameña se vio destrozada por el luto y el dolor de perder a un ser querido en manos de la delincuencia que azota a nuestro país. Una vez mas una ciudadana panameña es cobardemente asesinada, esta vez dentro de su propia empresa. Aun no se saben todos los pormenores del homicidio, mas existen suficientes evidencias para poder reafirmar nuestra preocupación por un nuevo caso de secuestro, asalto y violencia contra una mujer.
Señor presidente, el pueblo ha depositado toda su confianza en usted y en su equipo. Ha llegado el momento de retribuirle esa confianza a esos miles de panameños cuya principal preocupación es su seguridad y la de sus familias. Usted así lo prometió al firmar junto con los demás candidatos, el Pacto por la Seguridad Ciudadana el pasado 25 de octubre del 2008. Sabemos que la responsabilidad no es solo suya, ni mucho menos recae únicamente en la policía nacional. Esta responsabilidad la compartimos todos y cada uno de nosotros sin importar si somos oposición, gobierno o independientes.
Mas esto dependerá en gran parte de un liderazgo firme, con propuestas concretas, reales y enfocadas a solucionar el problema de raíz. Tareas como la modificación de las leyes que ofrecen impunidad al menor delincuente; la creación de un verdadero centro carcelario que garantice el buen recaudo de los criminales de alta peligrosidad; la verdadera capacitación, equipamiento y motivación de nuestra policía nacional; el reforzamiento de nuestras políticas migratorias; y el apoyo a los programas de resocializacion y reincersion de pandilleros…entre muchas otras, son las que el pueblo panameño espera ver como su principal prioridad en sus primeros días de gobierno.
Estaremos vigilantes de sus iniciativas y de sus acciones. No como simples críticos u observadores. Sino como aliados activos en esta lucha, dispuestos a cumplir con nuestra cuota de propuestas, trabajo y sacrificio por esta causa que es de todos.
Con todo el respeto que usted se merece y deseándole la mayor de las suertes en esta difícil tarea, me despido de usted.
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