jueves, 19 de enero de 2012

INSEGURIDAD - PERCEPCION O REALIDAD rafa z 19-1-12

El lunes 16, la esposa de un muy buen amigo, cuya identidad no voy a revelar por motivos obvios,  llegaba a abrir su empresa en un centro comercial de la vía España. Aproximadamente a las 9:30 am se disponía a bajarse de su automóvil cuando 2 MUJERES con acento colombiano se le acercaron y encañonaron, obligándola a montarse nuevamente en su carro.

Cuenta ella que las secuestradoras la obligaron a manejar hasta plaza Edison, lugar donde se estaciono. Luego, le cubrieron la cara con un pañuelo que contenía alguna sustancia que la durmió.
Horas después la despertaron las mismas 2 mujeres que la tenían con los ojos vendados. La amenazaron fuertemente para luego permitirle que se bajase del carro, indicándole que caminase rápido para alejarse del carro y que no se quitase la venda ni mirase para atrás porque la mataban.

Finalmente después de alejarse del carro, se quitó la venda y corrió muy asustada en búsqueda de ayuda sin saber ni si quiera en donde estaba. Grande fue su sorpresa cuando una señora que se encontró le indico que estaba en Aguadulce.  Gracias a Dios la señora la ayudo a contactar a mi amigo quien inmediatamente la fue a buscar.
Mi amigo agradece al señor que pudo recuperar a su esposa libre de daños físicos, aunque el daño psicológico la acompañará por mucho tiempo, sin mencionar el daño económico que sufrieron por el carro y las demás pertenencias que le quitaron estas malhechoras.

Lastimosamente casos como este son el pan nuestro de cada día, aunque la gran mayoría de los panameños no nos enteramos del calvario que pasan familias panameñas que les toca ser víctimas de este tipo de delitos a diario.
Ojala este relato nos ayude a todos a estar más atentos y a prevenir este tipo de secuestros que se están cometiendo en nuestro país. Esperamos también que nuestras autoridades reevalúen la estrategia y al igual que se hace en la lucha contra el narcotráfico, se enfoquen esfuerzos, recursos e inversiones en combatir el crimen criollo que pone en riesgo al panameño común día a día.